Tras los eventos sucedidos en la Comunitat Valenciana, con dos importantes incendios forestales durante este verano, los habitantes de los territorios rurales, sobre todo aquellos vecinos de pequeños pueblos de montaña, observan sus paisajes de un modo más respetuoso, con una mezcla de miedo y desesperación ante los elevados riesgos para personas y bienes en caso de incendio.
Es el caso de muchos habitantes de los pueblos que se encuentran en el Parque Natural de la Serra d’Espadà. Desde la oficina técnica del Parque, el Director-conservador convocó una mesa de trabajo de prevención de incendios forestales para la discusión y participación con la intención de recoger todas y cada una de la iniciativas y propuestas que, individual o colectivamente, se quieran presentar y que puedan canalizarse en proyectos concretos con objeto de, entre todos, elevar a las administraciones competentes con el fin de minimizar el riesgo de incendios forestales en el territorio.
Desde Offset Trail Coop.V., fuimos invitados a participar en la mesa, que se celebró en el centro de visitantes del Parque natural en Eslida el día 15 de octubre.
Centro de visitantes del P.N. de la Serra d'Espadà
Aunque se invitaron a participar a la mesa a todos los alcaldes de los 19 municipios que integran el parque, la representación de la administración local en la jornada fue prácticamente nula, lo cual denota que el asunto no resulta prioritario para los consistorios, ya que tampoco se presentaron representantes o delegados de los mismos. Aun así, la jornada estuvo integrada por participantes de diverso carácter, como vecinos, representantes de asociaciones, técnicos en materias relacionadas con la jornada, etc.
Entre los principales problemas que se comentaron al inicio de la mesa se destacaron los siguientes:
Elevado grado de minifundismo en la propiedad del terreno forestal. Teniendo en cuenta que el 80% del suelo del parque es privado, este problema complica la gestión en el parque ante la dificultad de coordinar actuaciones de gestión de gran envergadura, así como la dificultad para conocer quiénes son los propietarios del terreno, cuya vinculación con el parque puede remontarse varias generaciones atrás.
Alta densidad de la vegetación. Los numerosos incendios sucedidos hace 30 años fueron repoblados por una regeneración natural de la masa arbolada, sin ningún tipo de gestión forestal, hecho que ha provocado una elevada densidad de arbolado en muchas zonas, donde se superan los 30 pies/m2, lo cual impide el desarrollo saludable de la masa boscosa, incrementando alarmantemente su vulnerabilidad ante perturbaciones como incendios, sequías o plagas.
Necesidad de infraestructuras de defensa en caso de incendios forestales. El foco de atención se centró en la necesidad de disponer de áreas de discontinuidad de combustible, apoyadas en red de carreteras y caminos del parque (750 km aproximadamente), que permitiesen tanto la actuación de los servicios de extinción, como la segmentación de las masas forestales, reduciendo la continuidad de las mismas, así como también la mejora de la capacidad de evacuación en caso de emergencia.
Tras la exposición de estos puntos se valoraron los pros y los contras de las posibles soluciones, teniendo en cuenta un eje principal que salió a relucir en diversas ocasiones: la baja rentabilidad de los trabajos y productos del monte como principal barrera para una gestión y un mantenimiento activos y duraderos en el tiempo, con excepción del aprovechamiento del alcornoque en algunas parcelas del parque.
Posibles soluciones propuestas a este inconveniente pasaron por el mantenimiento mediante la cesión de usos a terceros, como la introducción de pastos y su gestión mediante ganadería extensiva, o la venta de la biomasa resultante de los aprovechamientos como astilla para calefacción o cogeneración en grandes centros, como hospitales por ejemplo.
Por otro lado, se planteó la posibilidad de explorar las vías de los pagos por los servicios ambientales producidos en el Parque Natural, tanto de abastecimiento, como de regulación, apoyo y culturales. Para ello, se propuso explorar las posibilidades de la selvicultura de carbono donde se contabilizase la absorción de emisiones de CO2, resultante de la gestión de las masas arboladas, gracias a la inversión de terceros, interesados en participar en estos proyectos para compensar los impactos y las emisiones de GEI al medio ambiente que produce su actividad.
Entre las conclusiones alcanzadas en la mesa de trabajo se destacaron como más importantes:
La necesidad de medios humanos para llevar a cabo tareas como solicitud de ayudas y subvenciones, con lo que se mejoraría la disponibilidad financiera, así como la capacidad técnica para redactar y ejecutar planes sobre actuaciones de gestión forestal.
La necesaria coordinación entre municipios del Parque Natural para dirigirse a un objetivo común, así como la necesidad de colaborar para transmitir la información entre administraciones y a los habitantes de los municipios.
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